martes, 29 de junio de 2010
Ilusión
Si hay un mensaje en el que hacen especial hincapié las historias de sabiduría, escritas desde la antigüedad hasta nuestros días, es en el de la superación personal.
Desde las culturas antiguas, pasando por todas las religiones, y también los grandes maestros espirituales, se esfuerzan en demostrarnos que nosotros mismos somos los mejores antídotos para superar las adversidades y contratiempos que el día a día nos deja en el camino.
Cada vez que nos encontramos de frente con una de esas adversidades, con uno de esos socavones que impiden el paso por nuestro camino se nos plantean tres opciones, tres posibilidades para una elección que no siempre es fácil.
Quizá la primera opción sea la de desandar el camino, volver atrás por la senda que ya conocemos y que sabemos que debido a ello será mas fácil de transitar. Volver al inicio de la etapa y quedarnos allá.
La segunda y, muchas veces, la más elegida, es la que nos hace quedar parados ante ese socavón, dando por terminado nuestro viaje a medio camino.
Y la tercera y a menudo la más difícil de tomar y de llevar a cabo, es la de intentar salir del socavón, intentar vencer esa adversidad. Esforzarnos para poder continuar avanzando en nuestro camino. Luchar a pesar que parezca que todo se ha puesta en contra nuestra.
Quizá sea esta la opción más difícil, la que más nos cueste, pero con el tiempo también será la que llenará más nuestro interior, la que nos proporcionará mayor placer interior. Caer y levantarnos, no perder la ilusión, esforzarnos para salir adelante, ese será nuestro transitar por la vida.
Cuentan que en la galaxia habitada por los Dioses, nació un hermosísimo hijo de la Ternura y el Deseo. A aquella hermosa criatura le pusieron de nombre Ilusión. Ilusión empezó su vida en aquel privilegiado lugar en compañía de sus también jóvenes amigos. Envidia, Rencor, Falsedad, Soberbia, Desencanto, Pereza, Mentira y alguno más.
Pronto fue consciente de que todos sus amigos crecían con rapidez, mientras, él seguía igual de menudo siempre. Además ya no le gustaba jugar con ellos, no les entendía. Únicamente lograba sobrevivir día a día gracias al amor que le profesaban sus padres. Ternura y Deseo se desvivían cada vez más por su hijo, pero llegó un momento en el que decidieron ir a pedir consejo a los grandes Dioses, necesitaban su ayuda.
Una vez que se hubieron reunido los Dioses de mayor rango y en boca de la Esperanza les comunicaron que habían decidido ayudarles y que enviarían a un mensajero para que se hiciera cargo de Ilusión.
Cuando llegó el mensajero de los grandes Dioses y empezó a hacerse cargo de Ilusión, pronto empezaron a notarse los cambios. Polvo de estrellas de la constancia, suaves brotes de fuerza, especias de la decisión. Algo de jarabe de voluntad, pequeñas pastillas de empuje y trabajo, postres bien condimentados con semillas de confianza, fueron desde entonces la alimentación básica de Ilusión.
Aquella pequeña criatura fue creciendo y a la vez haciéndose más bella y más fuerte. El milagro se había producido, Ilusión crecía y se desarrollaba con gran rapidez.
Llegó el día en que el mensajero de los grandes Dioses le dijo:
—Mucho hemos caminado y compartido juntos, ahora ya únicamente te queda cumplir una prueba. Una prueba que aquellos que antes conocías y que crecieron antes que tú, nunca podrán recorrer, pero que para ti será definitiva para demostrarte que realmente eres Ilusión y lo que puedes conseguir. Tienes que buscar, encontrar y llegar hasta Meta, no es necesario corras, basta que pongas en ello todo el empeño de tu corazón. No es una prueba donde la rapidez sea esencial, lo es mucho más la persistencia. Yo estaré esperando junto a ella cuando llegues.
Ilusión inició en seguida la búsqueda, todos sus deseos se encaminaron hacia el objetivo de esa búsqueda, el de encontrar y llegar a Meta. No vaciló en afrontar situaciones complicadas, no desistió en momento alguno de su empeño, hasta que al final lo consiguió.
En aquel momento, Ilusión se convirtió en Realidad.
—Ahora ya puedes saber quien soy —le dijo el mensajero de los grandes Dioses, presentándose como quien realmente era. El mensajero que había ayudado a crecer a Ilusión hasta que se convirtió en realidad era, Perseverancia.
Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey
(Extracto del libro; Cuentos de sabiduría)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hermosa y sabia lección de vida. Cuando miramos hacia atrás vemos que lo más valioso que hemos conseguido, casi siempre ha sido con esfuerzo y perserverancia. Habrá que seguir mirando hacia adelante poniendo el mismo empeño,los resultados siempre serán mejores.
ResponderEliminarQue tengas un excelente día, tan inspirado como tus palabras.
Un abrazo
Hermosa historia Madroca!!!!!!
ResponderEliminarNamasté amigo
Esa lucha por superar obstáculos y vivir a tope,para ser más felices,es una cualidad que muy pocas personas tienen.
ResponderEliminarMuy hermoso texto.
Un beso a tu alma.
Precioso mensaje!!!
ResponderEliminarEs verdad, y lo bien que te quedas cuando has conseguido algo por lo que has luchado hasta el final. Es mucho más gratificante.
ResponderEliminarBesos
Hola Miguel!! Me encantò amigo!! Sin ilusiòn no se puede transitar ningùn camino y la perseverancia es el complemento ideal de esa ilusiòn. Hermoso post.
ResponderEliminarBesossssss
Ilusión convertida en realidad, eso es lo que perseguimos los que nacemos con el alma de poetas, los sensibles, los soñadores...Sólo tenemos que encontrar a Perseverancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miquel, mi "oasis secreto", mi fuente inagotable de sabiduría..
ResponderEliminarQ lujo tenerte y disfrutarte!
Te Quiere,
Male.
Hermosas palabras y alucinantes fotografías...
ResponderEliminarUm belo texto
ResponderEliminarRealmente acredito que estamos na terra para aprimorarmos o nosso espírito. Esse crescimento se dá na medida que aproveitamos as oportunidades que a vida nos oferece. Nunca podemos desistir de encontrar a verdadeira razão da vida.
Um abraço
me encanta leerte, lo sabes, y si no ya te lo digo, un saludo amigo.
ResponderEliminarTus mensajes, me ayudan a pensar, me acompañan en ratitos de mi vida...me gusta mucho leerte.
ResponderEliminarUn saludo.
India.
una historia que toca el corazon!! yo quiero a Ilusión es tan linda :D tan inocente :d que hermoso cuento!!!
ResponderEliminarUn muy buen blog, lleno de vida, de calor, de reflexiones acertadas.
ResponderEliminarPrecioso relato, auténtico. Todos tenemos a los personajes dentro, en mayor o menor medida. Lo sabio es quedarnos sólo con la ilusión, alimentarla y hacer que crezca, y que llene todos los espacios siempre.
Abrazo. Te leo.
Clo.
Que bonito texto Miguel Angel!!!!!Con ilusión en el corazón, la perseverancia como compañera, siempre es posible llegar a la meta.
ResponderEliminarMe ha encantado. Es para leer muchas veces.
Besos y muchas gracias
Mirar atrás nos puede ayudar si hemos vivido con plenitud, a gozar mejor y más relajadamente de lo que aún nos tiene reservado el destino.
ResponderEliminarNo paremos en el intento.
Cavalgar sobre el caballo blanco, nos da el poder para construir nuestro gran proyecto.
Gracias.