A veces, cuando despierto, me propongo ser roca, sentir que puedo frenar el golpeteo de cualquier cosa aunque sea insistente, que no puedo ser taladrado, que puedo desafiar el mayor de los temporales.
Luego, según va pasando ese momento, me amoldo de nuevo a ser mar, me proporciona la posibilidad de tener movimiento, de sentirme vivo, de poder acariciar a la roca, o de estrellarme en ella a pesar de que sé que no se moverá, transformo mi azul en blanca espuma, cuando quiero ver más arriba me evaporo y me convierto en nube y si estoy en un momento bajo, cabalgo a lomos de una ola, estallo en mil pequeñas gotas y luego de nuevo me puedo reunir en mi mismo.
Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey
lunes, 15 de febrero de 2010
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Estaría bien que pudiésemos elegir ser una u otra cosa. Ser roca firme dónde los demás encuentran refugio, tampoco está mal. Todo depende del momento.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo creo que también eligiría ser mar,pues podría tener el movimiento de las olas...
ResponderEliminarMuy bonito tu post
un saludo
Hola Miguel!! Me gustó mucho. Elijo ser mar, siento la libertad en él, la fuerza, elijo estar viva.
ResponderEliminarBesossssssss
Sin duda me quedo con ser mar, deber ser tan aburrido ser roca,... tan inmóbil. Prefiero erosionar!
ResponderEliminarUn saludo amigo!
La fotografía muy adecuada para este dilema, no lo tengo tan claro yo, si bien es verdad que el mar esta en continuo movimiento, la roca al mismo tiempo recibe continuas caricias de ese mar.
ResponderEliminarQUÉ BELLO, MIGUEL!!!! CONSEGUISTE Q ME SINTIERA EN UNIÓN CON EL MAR SIEMPRE HACIA
ResponderEliminarEL INFINITO...!
UNA COMUNIÓN PERFECTA!!!!
BSS!
MALENA
Es tentador querer ser alguna parte de la Naturaleza. Las fotos increíbles, por cierto. Debiste experimentar muchísimas cosas al hacerlas.
ResponderEliminarUn saludo Miguel.
Hmmm, no sé.....me encantan las rocas, pero creo, creo que soy más mar, aunque tenga temporadas en que necesito la quietud, raíz y contemplación de al roca.....Pero reconozco que la trasnformación de los ciclos del agua me atrae más, me encanta acariciar......y explosionar también. Un fuerte abrazo, Shibumi, shibumi, compañero mío
ResponderEliminarHola MIguel o Madroca, como gustes. Quería agradecerte el comentario que me dejaste en mi blog Los Sueños Prohibidos. De paso también le he echado un ojillo a tu espacio y la verdad es que me encanta!!!.
ResponderEliminarDe entrante he leido este magnífico texto, me fascina como escribes. Creo que me vas a tener por aquí más veces jeje.
Yo adoro el mar, no podría vivir muy separada de la costa o quizás si, pero sin duda echaría mucho de menos el aroma de la brisa marina, el sonido de las olas rompiendo en las rocas...
A mí el mar me evoca muchas cosas, entre ellas, libertad, infinitud, fuerza... Buena elección la tuya.
Un beso.