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Demasiadas veces nuestras vidas son como estas embarcaciones, totalmente engarzadas con el animo de protegernos de temporales, pero sin dejarnos espacio para navegar por nuestra propia cuenta.
Solo sabremos de nuestra propia libertad el día en que no temamos soltar amarras y naveguemos libres.
Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey
Soltar amarras y volar para ser realmente libres en alma y corazón.
ResponderEliminarUn millón de besos.
Jo, es que a ver quien sale directo al temporal majo!!
ResponderEliminarsiempre que leo tus post me dejas sin palabras con una sensación muy agradable..es como un pekeñito cuento todos los días, no me keda más que darte las gracias
ResponderEliminarY entonces la aguas adquieren una tonalidad tan intensa que ...o te ciega...o no consigues poder vivir sin ella ya nunca jamás.
ResponderEliminarBesos
soltar amarras y navegar libres, es dificil y se paga un precio muy alto. Un abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Madroca.
ResponderEliminarSólo la libertad hará que crezcan verdaderas alas, la única manera posible de crecer es liberándose de todo lo que no sea bueno y bello para nosotros y para los demás!
Abrazos.
Es necesario soltar amarras, abandonar puertos seguros e ir en busca de aquello que ansiamos, lo que nos hace verdaderamente libres.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo Miguel
Hermosas palabras escritas y tan ciertas,,,gracias por pasar por mi blog,,,,un gusto llegar hasta aquí,,,,,Besitos,,,,
ResponderEliminarMadroca, me haces reflexionar en tan ansiada libertad. Besos, cuidate.
ResponderEliminarMas vale pagar el precio de un fuerte vendaval, si sabes llevarlo con rectitud, que quedarse parado viendo como pasa de largo.
ResponderEliminarNada hay tan vivo como la locura dee la buena aventura, aúnque de ello dependa la muerte.
Gracias.