Hoy os dejo aquí una antigua leyenda Cherokee, una leyenda que ya se contaba antes de que las religiones con libros escritos llegasen a Norteamérica.
Un hombre murmuró: —Dios, habla conmigo. Y un ruiseñor empezó a cantar.
Pero el hombre no escuchó.
El hombre repitió: —Dios, habla conmigo. Y el retumbar de un trueno se escuchó en la lejanía.
Pero el hombre fue incapaz de percibir nada.
El hombre, miró a su alrededor y dijo: —Dios, déjame verte. Y una estrella parpadeó en el cielo.
Pero el hombre no la vio.
El hombre empezó a gritar: —Dios, enséñame un milagro. Y el llanto de un recién nacido se escuchó en una aldea cercana.
El hombre no sintió el latir de la vida.
El hombre empezó a llorar y a desesperarse: —Dios, tócame y déjame saber que estas aquí conmigo. Y una mariposa se posó suavemente sobre su hombro.
Aquel hombre, apartó con una mano la mariposa, y desilusionado continuó su camino, solo, triste y lleno de miedos.
Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey
viernes, 4 de junio de 2010
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porque no hay peor ciego que el que no kiere ver!
ResponderEliminarun beso enorme
Hola Miguel!! Es una maravillosa leyenda amigo. Pensar que siempre estuvo junto aél y no se dió cuenta.
ResponderEliminarBESOSSSSSS
Sólo estamos dispuestos a ver los fuegos artificiales ... nunca dentro de nosotros ni los pequeños detalles
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
Dios está en todas partes, en nosotros, en las cosas que nos rodean, incluso en las más insignificantes, pero hay quien no lo ve.
ResponderEliminarUna leyenda preciosa para reflexionar sobre varios temas.
Un saludo ;)
Creo en Dios, no en sus iglesias.
ResponderEliminarCreo que él existe hasta en el aire que se percibe en las fosas nasales, limpio, purificante... invasivo.
Uno debe saber encontrarlo en todos lados.
Excelente texto.
Namasté Amigo!
Muchas veces no percibimos lo que tenemos enfrente… y no lo valoramos.
ResponderEliminarBuen escrito. Muy aleccionador.
Un placer leerte.
.......hace unos años me creia atea pero mi encuentro con el zen me abrió de par en par la Naturaleza con sus gestos y signos ..y volvi abrirme plenamente a la transcendecia , sin dogmas con libertad...
ResponderEliminarCreo que san Ignacio de Loyola decia cuando en el campo se tropezaba con una flor sivestre: de-
cia, calla ya te entiendo...es de las cosas bonitas que recuerdo en unos ejercicios espirituales...y lo practico cuando algo me maravilla no se si me habla de Dios...pero algo hace eco en mi corazon
tu cuento me ha hecho recordar esta vivencia lejana en el tiempo, gracias Miguel, entrar en tu blog es como una metanoia...un abrazo Begoña
Los ojos del alma son los unicos que saben mirar el presente,encontrar una sonrisa en la tristeza y caminar con los pies firmes en la vida.
ResponderEliminarGracias por compartir tan maravillosa lección de fe, y leccion de vida.
Cordial saludo Miguel.
que hermosos la vdd es que wow no sabia esa bueno casi no se nada :D espero que andes bien buen fin de semana
ResponderEliminarUn gusto leerte y reflexionar con esta bella leyenda. Besos, cuidate.
ResponderEliminarHola amigo me encanto entrar a tu espacio de blog y leer tus hermosas entradas de post.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo de MA para ti .
..."Dios, tócame y déjame saber que estas aquí conmigo. Y una mariposa se posó suavemente sobre su hombro."
ResponderEliminarSomos oidos escuchados, siempre, y como siempre nuestra mente, corazón no se para a escuchar la respuesta....
Gracias, mi Miquel, por compartir y ser uno de esos mensajes respuesta. Shibumis
Gracias amigo por las palabras tan hermosas dejada en mi blog ,en la entrada dedicada a los poetas . Mil gracias es un honor para mi tu visita en mi querido blog ,tu blog amigo.
ResponderEliminarUn abrazo y nos seguimos leyendo los blog .
Estupenda moraleja. A veces no nos damos cuenta de que Dios nos habla a través de todas las pequeñas y grandes cosas que nos rodean. Hay que tener el corazón abierto para entender las señales. Muy buena historia.
ResponderEliminarUn abrazo Miguel