Una vez más deberíamos replantearnos si realmente en pleno siglo XXI la humanidad es tan civilizada como queremos deseamos creer.
Han transcurrido ya veinte años de la caída del muro de Berlín, abanderado por todos como la eliminación del último símbolo de la separación cultural y social de una nación y por ende considerado como la eliminación del último elemento físico opresor de la población europea. La demolición del muro de Berlín se convirtió en un liberación cultural, política y social entre Europa y los países del Este, festejado a lo largo y ancho del Continente, con la destrucción del muro físico, la unión de un continente tuvo su imagen simbólica, fiestas, publicidad, brazos abiertos a países y repúblicas ex soviéticas, la caída del telón de acero, final de la guerra fría, y sobre todo, lideres políticos abrazados y trozos del muro vendidos como souvenir, y otros dejados en pié para que nunca volviera a repetirse la historia, ¿Cuántas veces habré oído esta frase?
Y que aprendimos de esa historia, que los habitantes de aquellos países deseaban entrar en la sociedad del bienestar y del consumo. Intentar una emigración que para ellos significaba una nueva manera de intentar abrirse hueco en una sociedad que acaparaba la mayor parte de la economía y a la que no habían podido acceder desde la segunda guerra mundial.
Esta migración, no únicamente desde el este de Europa, sino desde países del África Subsahariana, de Asia y de Latinoamérica revolucionó sobremanera a las sociedades más ricas, ya que cuando los inmigrantes llegaron a los países con economías más fuertes fueron empleados, legal o ilegalmente en los trabajos que los de allí no deseaban, los trabajos peor remunerados y de menos categoría social, y todo iba bien, hasta que la crisis nos ha obligado a replantearnos que ni todos podemos ser médicos, ni controladores aéreos, ni tan siquiera abogados o notarios, y ahora los inmigrantes que en su día cubrieron las plazas que nadie quería y no son tan bien vistos.
Pongo este ejemplo porque es el que más próximo geográficamente me queda, aunque en América, Asia y África se dan los mismos problemas y en parecidas escalas.
Y porqué hablo de el muro, pues sencillamente, porque desde la caída del muro de Berlín se han construido más de una docena de muros para frenar la entrada de inmigrantes a aquellos países que comparten frontera con estados más pobres, y al parecer, estas construcciones físicas para delimitar territorios irá en aumento.
Encontraremos alambradas, barreras o muros de la vergüenza entre Estados Unidos y México, entre China y Corea del Norte, India y Bangladesh, Bostwana y Zimbawe, Israel y Gaza, España y Marruecos, Arabia Saudita y Yemen, etc., además de medio centenar de fronteras militarizadas que impiden el libre transito de civiles.
Esta situación se da en una sociedad que se autodenomina plural, multicultural y que aboga por la globalidad, ¿la globalidad de qué?
Según los dirigentes de estos países que construyen un vallado a su parcela geográfica, es totalmente legítimo proteger sus fronteras de los flujos de inmigrantes sin documentación, también según ellos estos elementos físicos de contención cumplen una función simbólica y disuasoria contra los ilegales.
Y de nuevo me pregunto, ¿realmente hay alguien ilegal en el mundo?, quién repartió los territorios, quién marcó las fronteras, muchas de ellas impuestas por países invasores que dividieron los territorios conquistados sin ningún respeto a las sociedades étnicas, culturales o raciales que poblaban ancestralmente esas tierras.
Esta claro que la inmigración ilegal, el flujo migratorio de los que menos tienen, no lo parará un muro, siempre habrá quien lo intente a costa de su vida, quien lo consiga, y por desgracia, quién se beneficie y lucre de ello convirtiéndose en traficante de personas, ocultándoles en fondos de camiones de carga, en marchas suicidas a través del desierto, o en pateras cuyas posibilidades de llegar a la costa son prácticamente nulas, u ofreciendo a chicas jóvenes la posibilidad de triunfar para finalmente terminar en la esclavitud de un comercio repugnante, el de la trata de blancas.
Por desgracia, el miedo a perder la vida no detiene al desesperado, y esa necesidad es una fuente inmensa de riqueza para auténticos traficantes de seres humanos sin escrúpulos, muchas veces actuando conjuntamente en connivencia con alguno de los que desean que las fronteras sean infranqueables, pues de esa manera él tiene garantizada una suculenta gratificación por hacer la vista gorda.
Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey
miércoles, 16 de junio de 2010
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Una realidad que no acaba más que empezar. Las migaraciones se han dado desde que la humanidad está en pie. Nuestra historia está jalonada de guerras y conquistas,unas bien vistas y otras menos, unas libertadoras y otras opresoras, según quien las haya perpetrado. Ahora no vienen a lomos de caballos saqueando ciudades o quemándolas, sino de muchas otras formas, terminaran por quedarse y abrir fronteras nuevas diferentes. Nuestra civilización está decadente, sin valores y ellos tienen la fuerza de sus creencias. Claro que esto no será de un día para otro. Tendrían que ser fuente de riqueza pero no los hemos recibido así.
ResponderEliminarUn abrazo
Mi niño, quedan tantos muros q derribar levantados por nosotros mismos.., y tantas
ResponderEliminar"excusas" q somos capaces de inventar, para
mantenerlos..
Sueño con el día en q todo cambie.., aunque corren malos tiempos para los "soñadores"!
TQ!
Male.
ahy tantos muros :S lo pero esq el hombre aun no entiende y hace mas y mas -_- es muy informamor el aporte pero a la vez siento que sera tan dificil antravesarlos :S
ResponderEliminar¡¡tantos muros!!
ResponderEliminarque tema dificil Madroca!
me dejaste pensando.
Namasté amigo
Ya no son los que levantamos y vemos .. si no los que nos armamos como prisioneros y aceptamos pensando que no hay más solución que orar y lamentarse a su sombra ..
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
Nos vemos
Desde antes de Jesucristo ya existían las migraciones de los pueblos y los muros, es un problema al que nunca pondremos solución, pues los muros y barreras están en el corazón del ser humano, un saludo.
ResponderEliminarUn post muy rico, con mucha materia para plantearse, reflexionar, cuestionarse,amplair miras, recordarel pasado para situarse y comprender un presente,por desgracia un pasado y presente siempre ciclico en esta manera de vivir las sociedades humanas.
ResponderEliminarSolo vemos lo que nos afecta de inmediato,nos olvidamos de los origenes,de als causas de lo que vivimos, y si no nos gusta tratamos de mantener la riada que un dia sembramos, repartiendonos territorios soberbiamente, comoamos y señores de vidas y tierras ajenas.
Antes que nosotros fueron otras sociedades. Siempreel conquistador saquea, humilla y despoja de todo al conquistado. Jamás el conquistador querráde cerca al conquistado y jamás lo verá como a un igual. La dignidad humana se pierde por los caminos de la "conquista", de la ambición,del llamado "bienestar" que nos intentan hacer creer....porque si no es antes o despues, el que es despojado pedirá su pan. El "bienestar", esa moto que nos venden del desarrollo y consumismo feroz haciendonos creer que cuanto más productos podemos elegirt, por lo tanto,más libres somos....ese tipo de sociedad veloz, que no deja que tengamos minutos para pensar, para vivir, sino sólocorriendo para ir de vacaciones aunque sea a credito, de pagar autenticas burbujas por unos metros cuadrados para vivir...., locos, buscando en los centros comerciales, distrayendonos en esparates, en ofertas que son trampa....Está todo tan bien pensado, tan manipulado, para que realmente gocen ellos,los que lo urden, de su "bienestar"...
Para mantener este tipode vida hay que crear muros, muros de piedra, muros de educacion(los que pueden y lo que no asistir), muros de sanidad, muros de comida, de inteleracia, de derecho a vivir. Hay que contener la marea, pues hay que repartir este enorme pastel que disfrutamos unos cuantos.
Ahora, que tenemos que frenar esta locura....además de refrenarnos a nuestra voraz ansia, habrá que construir muros mucho más altos, para preservarnos aún más....
Pero me temo, que ya es un poco tarde, y que la riada es imparable.
la memoria historica es preferible olvidar, no nos conviene, nos incomoda e inservible para los planes de enriquecimiento de los que se enriquecen, manipulan, y creen reirse del mundo.
Como bien dices , me encanta, y lo resalto:¿ Es que alguien ilegal en el mundo?
Maravillosa pregunta
El mndo no se ve como tal. Simplemente algunos son y somos ilegales en los mundos que ellos crean, en los mundos donde ...jajajaja, todo tiene dueño. Como decia el viejo indio norteamericano: como puedo vender algo que no me pertenece?,la tierra no pertenece a nadie.
Y mucho menos nos pertenece alguien.
En este mundo que los humanos creen suyo...desde el principio de los tiempos, la dualidad, de avaricia-poder frente a o junto con el equilibrio de la dignidad sigue presente.
Son ellos quien llevan a los desastres de todo tipo,mientras que otro sector devuelve, mantiene y lucha por la dignidad de todos los seres, por el despertar de la consciencia, y ésto es lo que hace que aún sigamos debatiendonos. No se si algun día comprenderemos, que hay para todos, que todos los vacios internos, que todoslos afectos desantendidos tienen laposibilidad de ser saciados,y así quizas venga la paz a uno mismo y la paz con todo lo que nos rodea, y el concepto de vivir, sea radicalmente distinto al que tenemos hoy en día: unos tratando de sobrevivir al hambre y humillación, otros intentando sobreviivir al empacho de la abundancia y poder.
Disculpa semejante discurso , pero hay cosas con las que la sangre me hierve y no se parar.
Un fuerte abrazo,MIquel y gracias, gracias, por seguir alzando la voz,por exponer sobre la mesa, los planteamientos con la amplia mirada en el tiempo y en espacio, logrando una comprensión de lo que vivimos...y podamos reflexionar
Hola amigo , los muros lloran y se lamentan por ser barreras que frenan a la libertad del ser humano.
ResponderEliminarHay que aprender a construir muros abiertos de paz, de amor y de libertad.
Un mundo unido ,y eso seria el paraíso terrenal abierto.
Un abrazo de MA.
Los muros, las alambradas, las fronteras vigiladas... no es más que la demostración más burda de la insolidaridad de nuestra ¿civilización?.
ResponderEliminarMás allá de los muros está el verdadero problema: la necesidad desesperada de partir lejos en busca de lo que no se tiene.
Y no se tiene porque aquellos que ahora vigilan tanto su burbuja lo robaron antes.
Así que donde escribí insolidaridad podría haber dicho algo más fuerte para nombrar lo que los países ricos hacen con los pobres.
Como siempre: lúcido y sensible, Miguel.
Hay todavía demasiados muros, tanto a nivel personal cómo social.
ResponderEliminarMientras seamos tan egocentricos esos muros no caerán.
Hay que cambar de dirección, hacer un giro de 360 grados hacia el compañerismo y la compasión, en ese momento se derribarán por si sólos.
Hemos de construir el nuevo edificio de la hermandad, y si hay que perder para ello, estar dispuestos.
Un abrazo.
Gracias.