sábado, 5 de junio de 2010

Día mundial del medio ambiente

Hoy, debiendo cubrir la información para el periódico en el que trabajo, he visitado una feria de artesanía, Santanyí Art, como es natural, magnificas las obras de arte que realizan los artesanos trabajando la piedra, o modelando el barro para conseguir bellas cerámicas, o las pinturas, todo me ha llamado la atención, pero la verdad es que, donde me he parado y sentido a placer fue en un pequeño estand, sin más pretensión que tener una presencia entre la muestra.


Ese estand estaba formado por los trabajos que han empezado a realizar un grupo de jóvenes que se denominan RE-CREA y que me han sorprendido por su habilidad de reconvertir lo que prácticamente todos desechamos en objetos útiles o de adorno.

Sus trabajos son pequeñas obras de arte y artesanía, bolsos, monederos, ceniceros, adornos para el hogar, pulseras y colgantes.

Pero lo que a mi me ha gustado de verdad es ver como esos jóvenes se han comprometido con el planeta, con la humanidad, con ellos mismos.

Probablemente si leen estas líneas estarán en desacuerdo en lo que he dicho anteriormente, no creo que ellos se crean comprometidos a tan alto nivel como digo yo, quizá no crean que el reciclar los recortes de unos pantalones vaqueros, cuando deben ser acortadas las perneras, convirtiendo esa tela en un bello monedero sea estar comprometidos con el medio ambiente, pero yo si que creo que lo es, cuando no por ese ejemplo que dan a todos los que se han parado a ver sus creaciones, por ese ejemplo a los más pequeños, por ese inculcar que hay otra manera de reutilizar lo que normalmente acaba en el cubo de basura camino a una incineradora, o a un vertedero.

Por y para ellos va hoy mi entrada en el blog, porque son estas pequeñas acciones las que llevan a que la esperanza siga viva para el planeta, y esta vez de mano de estos jóvenes que nos demuestran que en la juventud también hay mucha gente comprometida.

A ellos,,, Gracias.

Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

viernes, 4 de junio de 2010

Leyenda Cherokee

Hoy os dejo aquí una antigua leyenda Cherokee, una leyenda que ya se contaba antes de que las religiones con libros escritos llegasen a Norteamérica.




Un hombre murmuró: —Dios, habla conmigo. Y un ruiseñor empezó a cantar.

Pero el hombre no escuchó.

El hombre repitió: —Dios, habla conmigo. Y el retumbar de un trueno se escuchó en la lejanía.

Pero el hombre fue incapaz de percibir nada.

El hombre, miró a su alrededor y dijo: —Dios, déjame verte. Y una estrella parpadeó en el cielo.

Pero el hombre no la vio.

El hombre empezó a gritar: —Dios, enséñame un milagro. Y el llanto de un recién nacido se escuchó en una aldea cercana.

El hombre no sintió el latir de la vida.

El hombre empezó a llorar y a desesperarse: —Dios, tócame y déjame saber que estas aquí conmigo. Y una mariposa se posó suavemente sobre su hombro.

Aquel hombre, apartó con una mano la mariposa, y desilusionado continuó su camino, solo, triste y lleno de miedos.



Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

jueves, 3 de junio de 2010

La energía de la Tierra

No seáis demasiado críticos con la foto, aunque os aconsejo que clickeis sobre ella para verla en grande, ya sé que la calidad no es la mejor del mundo, pero me hacia ilusión subirla por las sensaciones de la noche en que la hice. Costa Rica 2008


Horas esperando que la cima del volcán Arenal de Costa Rica despejara para poder captar ese momento de fuego, desde la falda de la montaña, trípode instalado, soportando lluvia y viento, exposiciones una tras otra sin resultado, hasta que en un momento dado, durante cinco minutos está despejado y puedes captar la energía de la tierra en su estado más puro. Ese momento te hace entender lo pequeños que somos y la enorme fuerza que tiene el planeta bajo nuestros piés. Y luego piensas, que ilusos somos cuando creemos que podemos controlarlo todo.

Valió la pena, os lo aseguro. Por eso quería compartirla con vosotros

Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

miércoles, 2 de junio de 2010

Responsabilidad en la educación

Educar a un hijo no es únicamente una obligación, ni tampoco un derecho: es fundamentalmente un deber, lo decía Stacia Taucher, “Nos preocupamos por lo que un niño será el día de mañana, pero se nos olvida que ya es alguien hoy”.


Constantemente recordamos los consejos de nuestros padres, aquellos consejos que en su momento nos parecían sacados de contexto, fuera de lugar y muchas veces anticuados. Es ahora cuando nosotros nos encontramos en el mismo punto, cuando tenemos bajo nuestra responsabilidad a un niño o a un adolescente, cuando de verdad tenemos plena conciencia de la verdadera razón que tenían para darnos esos consejos.

Una de las mejores maneras para ayudar a quienes el día de mañana serán los hombres y mujeres que deberán tomar decisiones, es afianzando en su proceso de aprendizaje unas bases y unos fundamentos sólidos. Que sus primeras bases formativas se conviertan en unos firmes cimientos cara al futuro.

Los ejemplos son muchos, y casi todos apuntan hacia el mismo factor, la formación interior.



Un padre llevó a sus dos hijos pequeños a visitar y disfrutar de un parque de atracciones. En la taquilla de entrada pidió el precio de las mismas, el vendedor le respondió:

—Cinco monedas para los adultos, tres para los mayores de seis años y los menores de esa edad pueden entrar gratis.

—Uno de ellos tiene siete, el otro únicamente tres —dijo al encargado el padre de familia. —Entonces serán una de adulto y una de niño— entregándole las ocho monedas.

—Bobo –— le dijo en voz baja el taquillero. Podías haberte ahorrado tres monedas si me hubieras dicho que el mayor tenía únicamente seis años, yo no hubiera notado la diferencia.

—Tu quizá no, pero ellos si que se hubieran dado cuenta del engaño. Y mi ejemplo hubiera quedado grabado para siempre en su interior, y, de verdad, no me gustaría que el día de mañana, por un mal ejemplo mío, ellos pudieran pensar que la mentira es provechosa.



Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

martes, 1 de junio de 2010

El barquero sin estudios

Cuenta una historia hindú que un aventajado estudiante estaba cruzando una de las zonas más anchas del río Ganges en una destartalada embarcación…


…el barquero de aquella desvencijada barcaza, como casi todos los de la zona, era analfabeto.
Dirigiéndose a él, aquel estudiante le preguntó:

—¿Amigo, has estudiado historia y geografía?

—No, —respondió el barquero.

—Entonces tu desconoces la inmensidad del mundo y de los miles de pueblos que lo habitan, también desconoces la historia de esos pueblos y de sus héroes. Que vida más malgastada.

Al poco rato, el estudiante volvió a preguntar:

—¿Has estudiado ciencias?

La respuesta volvió a ser:

—No

—En tal caso, te falta una visión profunda para conocer la explicación de las cosas y por qué suceden, desconoces las aleaciones, desconoces miles de cosas que podrías conocer, has perdido más de la mitad de tu vida.

Y ya con claras intenciones de humillar y seguir burlándose de aquel pobre analfabeto y de su falta de estudios, volvió a preguntar:

—¿Has estudiado literatura y lenguas extranjeras?

Ante la respuesta de nuevo negativa, el estudiante continuó hablándole de aquella manera despectiva.

—Entonces nada del mundo conoces, únicamente un tramo de río y una barcaza con la que día a día repites un mismo camino, hay que ser muy tonto para haber desperdiciado tres cuartas partes de tu vida.

El barquero permaneció en silencio y el estudiante optó por ignorarle.

Sucedió que a mitad de la travesía, cuando la barcaza se encontraba entre una y otra orilla del río, allí donde el agua alcanzaba su mayor profundidad y donde ya no quedaba más remedio que seguir avanzando, ya que se encontraban lejos de ambos márgenes, el cielo se cubrió de forma repentina, se alzó viento y empezó a desatarse una violenta tempestad.
El viento soplaba ya con fuerza, las aguas del río empezaban a encabritarse y aquella vieja barcaza amenazaba con zozobrar.
La tempestad fue adquiriendo tal magnitud, que varias veces la embarcación estuvo a punto de naufragar, algo que de todas formas se veía inminente, podía suceder en cualquier momento.
El barquero, completamente tranquilo, se dirigió entonces al estudiante y le preguntó:

—¿Señor, sabéis nadar?

A lo que el joven visiblemente preocupado, respondió que no.
Entonces, el barquero analfabeto, dirigiéndose directamente a él afirmó…
—…lástima de estudios, perderéis toda vuestra vida.



Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

domingo, 30 de mayo de 2010

Día de las Fuerzas Armadas. ¿Es necesaria tanta parafernalia militar?

Durante este fin de semana se han celebrado en Badajoz los actos centrales del Día de las Fuerzas Armadas, vaya por delante mi admiración hacia los profesionales que componen los diversos cuerpos de los ejércitos, su compromiso y su ardua labor muchas veces sin reconocimiento por parte de la administración, y otras muchas criticada únicamente por obedecer ordenes de personal no cualificado.


Pero hoy, quiero aprovechar este espacio para lanzar una critica no contra los integrantes de las Fuerzas Armadas, ni contra los militares, ni mucho menos, (bueno, a los integrantes del S.A.R de Baleares que utilizaron aeronaves del escuadrón 801, un avión de salvamento y un helicóptero Puma para transportar invitados, entre ellos el jefe del escuadrón, el teniente coronel Fernando Delgado, a una boda en Formentera, si deseo hacer extensiva esta crítica, pero como ellos deberán responder ante sus superiores ya tendrán suficiente), pero no, como decía, no es mi critica hacia ellos, mi critica va contra los gobernantes, contra los ministerios, contra los políticos que hacen de este día una demostración ostentosa del poderío militar de cualquier país, este fin de semana de España.

Y si os preguntáis el porqué de mi critica, os lo diré claramente, porque encuentro indecente, rayando la inmoralidad que un país como el nuestro, en una crisis galopante y a la quién nadie puede ver el fin por ahora, con unos dirigentes que claman por la contención del gasto público, del privado, del habido y del por haber, que recortan prestaciones sociales a los pensionistas sin preocuparles que con 480 euros nadie puede llegar a fin de mes hoy en día, o recortes en los funcionarios como si ellos fueran los responsables del quebranto de la economía española, pues no entiendo como esos mismos dirigentes, políticos, gastan alegremente parte de nuestro patrimonio, desplazando hasta Badajoz a 1300 militares, varios escuadrones del ejercito del aire, navíos, fragatas y corbetas de la armada, destacamentos de las unidades motorizadas, carros de combate, y toda la parafernalia militar que conlleva el desfile.

¿Quién paga todo este gasto?, ¿quién autoriza este dispendio?, no sería mejor aportar más medios a los miembros del ejercito español desplazados a países lejanos en misiones humanitarias, o dotar con mejor tecnología y carros con blindaje suficiente para no morir en una emboscada en Afganistán, no hubiera sido suficiente que en vez de tanta parafernalia se hubiera dado voz a todos los destacamentos militares que están lejos de nuestro país, en África, en Haití, en tantos sitios y destinar hacia mejorar sus posibilidades esos millones de euros que habrá costado el desfile.

La verdad, no sé que se busca con esa demostración armada, no creo que sea impresionar a los demás países, no creo que sea impresionar a nuestro propio pueblo, creo más bien que es un escaparate para poder lucir y fardar de ejercito y de control sobre el mismo, pero donde deberían dejar que se lucieran los militares es en las zonas de operaciones, y para ello necesitan los mejores materiales, la mejor seguridad y los mejores medios.

Quizá alguien algún día se dé cuenta de que con lo que ha costado el desfile se podrían haber comprado no se cuantos hospitales de campaña, se podría haber ayudado a un gran numero de personas, se podrían haber hecho llegar más alimentos, o se podría haber financiado docenas de pozos para agua potable en las zonas más pobres.

Quizá ese mismo día, esa misma persona se dé cuenta que esos vehículos blindados de última generación que tan orgullosos enseñaban sobre el asfalto de las avenidas, si en vez de estar aquí hubieran estado al servicio de la base española en Afganistán, quizá hubieran evitado la muerte de varios soldados que han perdido la vida por no disponer de vehículos con un blindaje suficiente, vehículos desfasados y demasiadas veces sin la seguridad necesaria para las misiones que deben realizar.

Ojalá ese día, ese alguién, tome una decisión y sea lo suficientemente valiente para llevarla a cabo, demostrando que realmente nuestras Fuerzas Armadas están acorde con los tiempos actuales, que dejemos de verlas como un ejercito y las podamos ver como lo que realmente son.

Texto; Miguel Adrover Caldentey
Fotos; Google images