viernes, 19 de noviembre de 2010

Jamaica

A veces necesitamos reinventarnos, volver a creer, buscar ese rincón que nos haga de nuevo entrar en contacto con la naturaleza, con la Madre.


No buscar los ecologistas de jardín, ni a los salvadores del mundo desde un despacho, si no ese rincón donde puedas de nuevo hablar con esa selva que te ofrece aire para respirar, esa agua que alimenta la tierra que te da de comer.

Ese día en LX Falls, en Jamaica lo encontré, a un centenar de metros de donde se bañaban ávidos turistas, pero donde pude durante un largo rato participar en el milagro que nos ofrece nuestro planeta cuando lo vemos en todo su esplendor.

El agua turbia denotaba que las últimas lluvias en las Montañas azules habían sido abundantes, el cauce silbaba a su paso por mi lado en demostración de su alegría, y la naturaleza me envolvía.

Pero no todo era tan bonito

Poco más allá varias familias jamaicanas, disfrutando de los últimos rincones que todavía les quedan, el circuito de los turistas todavía no ha llegado hasta este remanso, seguro que pronto llegará.

Al igual que en un principio fueron solo algunos hoteles para traer la economía de mercado al país, y ahora los macro complejos hoteleros los están arrinconando al vallar las playas y no dejarles entrar en ellas a no ser para servir cócteles o limpiar habitaciones. Ahora ese mismo turismo necesita rincones de interior, y también se los están quitando.

Como siempre, los aventajados tiburones financieros serán los que se lleven la pieza más grande del botín, y esos habrán llegado del extranjero, algunos intermediarios sin escrúpulos habrán llegado a recoger las migajas que se caían, y los pobres parias de la tierra se verán de nuevo desplazados, desubicados de nuevo.

Llegaron a esa tierra debido al trafico de esclavos, y allí se quedaron, sentían y eran, africanos en una tierra desconocida, poco a poco empezaron a creerla suya, empezaban a tener sus raíces, pero ahora se ven arrancados de nuevo de ella, quizá no por traficantes de esclavos, pero perdonad si os digo que para mi, son especuladores sin escrúpulos a los que ni las raíces de todo un pueblo, ni toda la naturaleza tienen valor alguno,,, a no ser que en esos terrenos quepa un hotel que cotice en bolsa y pueda llenar sus bolsillos.

Perdonad el rollo, necesitaba decirlo.



Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

martes, 16 de noviembre de 2010

Caricia dorada

Cuando al nacer el día el Sol accede a acariciar el mar desde detrás de una nube, es cuando demuestra su ternura, por ello cubre el agua con sus reflejos de oro.


Nuestras caricias verdaderas también tienen ese efecto.
 
Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

lunes, 15 de noviembre de 2010

Gratitud y colores

Ayer día 14 en La India era el día de la gratitud, una festividad en que lo primordial es el agradecimiento, sencillamente dar gracias, ese gesto tan simple y a la vez tan olvidado, no, no es el dar gracias por haber recibido algo, o por haber sido ayudado en algo, es la acción de dar gracias por algo tan simple como el vivir, sentir, respirar, compartir, experimentar.
Por eso hoy yo también quiero dar gracias, gracias a todos los que pasáis por este espacio ya que vosotros sois su alma, gracias a ti por compartir mi día a día pues el camino no sería igual sin ti, gracias a la naturaleza por darme tanto, gracias a los que han pasado por mi vida porque de ellos siempre he aprendido, gracias a este planeta que me regala a diario milagros cotidianos, gracias a lo vivido, bueno y malo, alegre y triste, ya que ello ha forjado mi manera de ser. Simplemente Gracias  



Otra festividad que me fascina en la India es "Holi" la fiesta de los colores, una fiesta en la que la razón de ser de la misma en esencia es dar igualdad, todos se embadurnan, pintan de colores, te espolvorean, te pintan, y la magia sucede, el mundo es igual que los colores, cuando todos están pintados, no hay diferencias entre unos y otros, las capas quedan ocultas debajo de los colores. Esta fiesta ya estaba en lo mitología desde hace dos o tres mil años. No hay ningún dato concreto de cuando empezó pero lo importante es que antiguamente al igual que ahora, la gente se mezclaba con otros, olvidando todas las diferencias, sean económicas, de status, de oficios o lo que fuera. Tenía y tiene un sentido de igualdad  e integración, y de espiritualidad, en India cualquier cosa es espiritual, son fiestas marcadas que se celebran y son celebradas en todo el país, hay tantas creencias y celebraciones que en India cada día es una fiesta, pero sobretodo, todavía son conscientes de que estar vivo es y debería ser siempre una fiesta.

Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey