jueves, 18 de marzo de 2010

Deseo compartir,,,

Después de unos días de sol de nuevo me he dedicado a una de mis aficiones, la fotografía de los pájaros que alegran los alrededores de mi hogar, horas de espera para que acudan a la charca a beber o a bañarse.

Son momentos en los que mi interior se relaja, disfruto viendo sus evoluciones, me permiten volar en libertad como ellos, despreocupo mi mente de problemas banales.

Es como una terapia, puedo reflexionar conmigo mismo desde un punto equidistante entre la mente y el corazón, me sirven de excusa para que mis pensamientos se liberen y descubra la belleza que me rodea.

En esos momentos soy parte de esa fauna libre, con sus miedos y sus alegría, y quería compartirlo con vosotros, compartir parte de la alegría que a mi me aportan, compartirla contigo, Malena, que en estos momentos sufres, compartirla contigo Musaraña deseándote lo mejor para tu padre, contigo Jauroles, por tu amistad, al igual que tú, Escarcha, por tus textos llenos de misterio y tus siempre agradables comentarios, contigo Lourdes, siempre acercándonos al misterio de la vida con tus maravillosas imágenes, contigo, Gabriela, por la elección de los textos que nos regalas, Javier Alonso, enseñándonos siempre esa naturaleza que habla, Nonis, alma sensible y contigo querida María, mano amiga a la que tanto me aferro y que con tu sensibilidad me abres siempre nuevos horizontes llenos de luz.

Y con todos vosotros, Cas, Capri, Abedul, Kokran, Alegría, Yo, Meg, Pau, Balovega, Madame Minuet, Taty, Limniade, Semi, S., Cordoba y los muchos más que en estos momentos me olvido y que os acercáis hasta este rincón dejando vuestros destellos como esos pájaros dejan los suyos a mí alrededor.

Ellos se acercan, me regalan su belleza, su canto, su alegría, vosotros me regaláis vuestros comentarios, vuestra presencia, vuestra amistad.

Sencillamente a todos, GRACIAS

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

miércoles, 17 de marzo de 2010

El rio de la vida

Para ser nosotros mismos debemos empezar a aceptar que nuestro camino en la vida tiene sus altos y bajos, que en nuestro corazón tienen que tener cabida las tristezas y las alegrías, que no debemos asustarnos de nuestros miedos y temores, que únicamente aceptándolos podremos superarlos.


Que es imposible seguir una línea recta en sentimientos y emociones, que hay caídas y debemos levantarnos, que cruzamos torbellinos y remansos.

Por eso, hoy, revisando mi archivo fotográfico al ver esta toma conseguida en Jamaica, con sus caídas de agua en serie y sus correspondientes remansos, me recordó que debo saber navegar por este río que es la vida de cada uno, y asimile que nuestro río de la vida también tiene estos momentos, y si sabemos aprovecharlos, hacen que sintamos más y mejor nuestro fluir hacia el mar.

Y si en esos momentos de aguas bravas sentimos temor, busquemos esa mano amiga que nos ayudará con seguridad a llegar al siguiente remanso.



Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

martes, 16 de marzo de 2010

Luna, guardiana de la noche

Amiga de los seres de las oscuras noches
que únicamente con tus claros alumbras
amiga de los que del día se esconden
ya que a la luz del sol son reticentes
amiga de cementerios llenos de tumbas
donde solamente las almas responden.

Luna de plata ya que el oro te fue negado
vigilas desde lo alto a tus criaturas
acompañando por igual a los amantes
que a los que con el caballo están jugando
contemplando absorta mil aventuras
llorando incrédula mil insensateces.



Se esconde debajo de tu manto otra especie
totalmente diferente a la de la vida diurna
no somos mejores ni peores, somos diferentes
somos los cautivos de esta oscura superficie
cuando el mundo entra en la hora nocturna
dejando que con tu manto claro nos tientes.

Luna, tú nos dejas quitar la mascara
que de día todos nosotros debemos lucir
Luna, tú nos abres un nuevo mundo
al que de día nadie de nosotros entrará
Luna, tú nos has dado otra forma de vivir
y la estamos aprovechando cada segundo
gracias amiga Luna por dejarnos existir
gracias amiga luna por este nocturno mundo

Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

lunes, 15 de marzo de 2010

El despertar

El despertar de un nuevo día, un milagro diario que muchas veces pasa desapercibido, solo los que despiertan a ese nuevo día, a ese nuevo caminar, saben ver con otros ojos.


Ese ver con los ojos de la vida el día a día, sonreír, sí, sencillamente sonreír ante lo que nos es ofrecido, y aceptar con los brazos abiertos ese nuevo día.

Un nuevo día que nos trae nueva luz, nuevos caminos, nuevas sensaciones. Y poder a través de ellas vivir ese nuevo día.

Un nuevo día que llega sin temores pasados, sin miedos obsoletos, sin puertas cerradas, un nuevo día que nace abierto desde el corazón, desde el espíritu, desde el amor.

Vivo y quiero vivir ese nuevo día contigo.
Acompáñame, ponle color a mis días.

Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey