miércoles, 10 de marzo de 2010

Miradas XI y XII (Final de la serie)

La primera mirada de hoy, nos adentra de lleno en la India rural, la parte menos visitada, donde los circuitos turísticos no llegan, ahí es fácil encontrarse con pequeñas poblaciones que viven completamente alejadas de todo lo demás,


Los niños son quizá los que más sufren esa separación, ya que la progresiva falta de profesores ha supuesto tener que cerrar la mayor parte de las escuelas, y los que quieren acceder a la educación deben desplazarse a muchos kilómetros de distancia, esa distancia debe ser muchas veces recorrida andando, 10, 12 kilómetros ida, y los mismos de vuelta, esa es una de las causas de que muchos niños y niñas no acudan a la escuela.

Además, en la India rural, dos manos más para ayudar a la familia, aunque sea únicamente para recoger leña o ir a buscar agua al arroyo, son dos manos que trabajan, sean pequeñas o grandes.

Creo que la imagen habla por si sola, así que os dejo a cada uno de vosotros la interpretación que queráis hacer de ella.



Para terminar esa serie he decidido a subir esta mirada, la de la ilusión de los jóvenes, una foto donde no se refleja ni miseria, ni dolor, sino ilusión, y de mi parte, solo el agradecimiento de haberme dejado compartirlas con vosotros, deseando que alguna de estas miradas os haya llegado al interior.




Un pequeña explicación:

Durante esta última semanas me habéis acompañado en la serie “miradas”, os agradezco todos y cada uno de los comentarios, aunque, ahora que llega el fin de esta serie, más que nada por no aburriros, y ya que os hice partícipes de mi amor por la India, un país que me cautivo desde la primera vez que estuve, y al que estoy deseando volver quería explicaros alguna cosas.

Quizá por culpa de mi trabajo en prensa, desde hace muchos años he debido aprender a perder el temor a dirigir el objetivo al sujeto en cuestión, también, como comprenderéis, no es un tipo de foto en la que puedas pensar demasiado, es el momento, ese instante, un segundo es un tiempo valioso en según que momento, y por eso muchas veces las tomas no tienen una calidad excepcional, pero si sirven como documento.

A la hora de viajar a países distintos, tanto en cultura como en religión o costumbres, no se trata de ir como si fueras un autentico robafotos, si no a integrarte en su manera de vivir, buscar el contacto con la gente, no entrar como un elefante en una cacharrería, sino ser uno más de ellos. Entonces puedes empezar a fotografiar realmente su manera de ser.

Como comprenderéis, los que habéis seguido mis fotos leyendo los comentarios que he ido adjuntando a cada una de ellas, el intentar dar a conocer sus costumbres, la escasez que padecen, las injusticias sociales, formaba parte también de ese recorrido fotográfico que os he ido enseñando. La realidad es que antes de exponerse en este blog, muchas de estas fotos, formaron parte de una exposición itinerante que se expuso en Mallorca bajo el título “Paisajes Humanos de la India”

Con esa exposición, quise devolver parte de esas miradas que “robe” a esas gentes, por ello, al final de la itinerancia, toda la obra expuesta, 40 fotos (50x70) fueron subastadas a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer, para que de esa manera, parte de lo que me llevé de allí, fuera devuelto a ese maravilloso país envuelto en ilusión de un futuro mejor, sobretodo para los niños.



Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

martes, 9 de marzo de 2010

Miradas VIII, IX y X

Una nueva mirada, esta es en plural, al tomarla creí captar la tristeza en lo más profundo de las miradas de estas mujeres, esperando el trasporte, un tractor desvencijado, para ir al trabajo, de nuevo está tomada en una pequeña aldea de la cordillera de Hitleria, la que abre el paso al valle del Thor, al norte de la India, donde la mujer, es uno de los pilares de la economía de la región, a pesar de vivir muchas veces al borde de la marginación.





Una nueva toma del Rahastan, las mujeres acuden a trabajar al campo o en las obras, para el transporte cualquier cosa que ande es buena, en este caso la caja de un camión que las llevaba a todas. Su edad, indeterminable, la vida dura marca, horas al sol, trabajo duro, muchos hijos, difícil acceso a la higiene y a la sanidad.
Así y todo, para mi, es una mirada que tiene espíritu, veo en ellas la lucha por llevar adelante unas familias, sin rendición, con tesón, y a veces, hasta una sonrisa



Antes de llegar al desierto del Thar, una frondosa vegetación hace que el agua no falte, el agua es motivo de vida en India, ya que facilita la vida a sus habitantes, las abluciones matinales, la limpieza corporal, el lavar la ropa, y recoger el agua para el consumo se hacen en el mismo lugar, no es de extrañar que para los occidentales el beber de ese agua sin embotellar sea sinónimo de una infección gástrica.
Esta mirada es la de una mujer, que después de lavarse en el lago, en el mismo lugar lava la ropa. A los pocos días de estar en una población, si te has integrado en ella, no es difícil que seas ya considerado uno más en los Gats, por lo que te aceptan en su vida cotidiana.

 
 
 
 
Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

domingo, 7 de marzo de 2010

Miradas VI y VII

Hoy son dos las miradas que os presento, la primera es la de un Brahmán, la casta de los elegidos, alguien que está por encima de los demás, en la India rural, a pesar de la abolición de castas, siguen siendo venerados y temidos, su rango no implica riqueza, pero sí poder de decisión, poder de enjuiciamiento, sus palabras son ley, como ejemplo os dejo una sencilla explicación.


En el sistema de castas de la India, los brahmanes son la casta superior. Se cree que son portadores del mismo Brahma, el poder sagrado que sostiene el universo. En el pasado fueron considerados como dioses entre los hombres (o incluso como dioses de dioses, como lo afirman las Leyes de Manu). Según este libro, los brahmanes tenían el poder de hacer y deshacer dioses según su deseo, puesto que eran los señores de la creación y del dharma.

Según las leyes de Manu, cuando nace un brahmán, nace superior a la Tierra entera, es señor de todas las criaturas, y tiene que guardar el secreto del dharma que le ha sido otorgado. Todo lo que existe en el mundo es propiedad del brahman. Por la alta excelencia de su nacimiento, él tiene supremo derecho. Es superior a cualquier otro mortal

La segunda mirada de hoy me transporta a la serenidad, una mirada más allá de los años, una mirada de toda una vida .

Es lo que más me llamó la atención de las personas mayores en las zonas rurales de India, la serenidad que desprenden, la filosofía que tienen respecto a la muerte, para ellos cada día es un nuevo reto, es un motivo más de agradecimiento.

En el campo espiritual, miles de religiones conviven en las calles, deidades mayores y menores forman parte de la vida cotidiana, como también forma parte de ella la muerte, y esa es aceptada como una parte más del ciclo de vida. Por eso no es difícil poder observar la serenidad en la mirada de los mayores

Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey