Cuantas historias de piratas, cuantas aventuras transoceánicas, cuantos tesoros escondidos no habrán descubierto aquellos chiquillos que un día navegaron en este pequeño bote, antesala de las embarcaciones con las que un día descubrirían que el mar es algo más, es un mundo rudo de pescadores, es un amigo fiel, pero al que debes siempre respetar.
Hoy esa embarcación, (una "pastera" en mallorquín) duerme olvidada en los aledaños de un puerto pesquero, Cala Figuera, al sur de la isla, soñando seguro en los tiempos en que la hacían navegar esos críos que no sabían todavía manejar los remos con destreza, pero cuya imaginación volaba a cada segundo, deseando ser ese capitán de 15 años, y los besos de cuantas princesas pudieran avistar.
Y a veces se me ocurre preguntarme, mientras absorto todavía me entretengo "soñando el mar" donde eran posibles esas aventuras vividas en un pequeño bote que manejábamos con torpeza; ¿Cuantas ilusiones se han quedado varadas junto a un puerto del que nunca salieron?, ¿Cuantos "imposibles" se han desestimado por la simple razón de que un día nos dijeron que eran "imposibles",?.
No busco la respuesta, quizá por miedo a descubrir que ya la conozco.
Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Q gran enseñanza, Miguel! Es cierto q a veces por miedo dejamos a nuestros sueños, aparcados en la vereda, en la parte del camino fácil, cómoda,no riesgosa...
ResponderEliminarSe quedan ahí, en la barca guardados, protegidos..., y nosotros continuamos viviendo con los pies atados a tierra firme, bajo la máscara del que eligió la vía fácil, segura,
q de vez en cuando contempla la barca y una mueca pasajera o perpetua de infelicidad le cubre el rostro...,pero prefiere vivir así,
q quedarse desprotegido, enfrentando su cara
en el espejo...
Abrazos!
Y buen Fín de Semana!
Male.
PD: Te llevo en mi corazón...
Compartimos el amor por el mar, tengo sus sonidos y sabores en mis sentidos, y cada vez que escribo es inevitable no tocar parte de su esqueleto de caracolas.
ResponderEliminarBello escrito y la música preciosa.
Un abrazo y mis cariños.
Hola Miguel!! Hermoso texto amigo. El mar siempre nos hace soñar, es mágico. Y en esos sueños no siempre hay esperanzas de realidad y para que preguntarse si es así. Sólo soñemos con él.
ResponderEliminarBesossssss
HOLA MADROCA, EXCELENTE EL POST!!!
ResponderEliminarSALUDOS.
ESCARCHA
Leía tus preguntas de final del post y me hicieron pensar en los niños: cuántas veces los padres acortan los horizontes de sus hijos, marcándoles su "destino" con imposibles que, como bien decís, lo son sólo porque alguna vez pensamos que lo eran...Sin embargo, los niños son la posibilidad hecha carne, todo les espera, su horizonte es el infinito. Quienes somos padres y madres no deberíamos olvidarlo. Saludos! Hasta pronto.
ResponderEliminarPrecioso escrito!
ResponderEliminarYo solía retener mis sueños en una barca como la tuya, hasta que un día fui a recuperarlos y descubrí que había volcado...
Decidí aprender a nadar e ir tras ellos.
Aun hoy, sigo nadando.
Mil besos, amigo!
Hola Miguel...
ResponderEliminarUna de las maravillas del mundo, el mar, algo extraordinario que adoro desde muy niña, y mi primera reacción al ver el mar cuando tenía 4 o 5 años, fue salir corriendo... jjaja. Luego con el paso del tiempo me hice submarinista, uff.. fue una etapa de mi vida algo sensacional.
Un abrazo de buen fin de semana
El mar! el mar! no podría vivir sin ver el mar...
ResponderEliminarun saludo
Hay que subirse a barquitas y dejarse llevar a merced de los vientos para descubrir nuevos horizontes, nuevas tierras, nuevas experiencias.
ResponderEliminarEncantada de pasar por aquí.
Saludos
aa el final es impactante sii no hay que negar que aveces no queremos ver la respuesta cuidate un saludo bye
ResponderEliminarLa inocencia y el desconocimiento temprano todavía no han sido empañados por los años y permiten llegar fácilmente muy lejos, como mínimo en imaginación...
ResponderEliminarYo intento no hacerme algunas preguntas aunque siempre siento las respuestas.
Un abrazo.
Creo vislumbrar los hermosos sueños que custodia la vieja barca de la foto. Nunca será tarde para recuperarlos, la barca los protegerá con cuidado hasta que vayas a buscarlos.
ResponderEliminarSaludos.
Nunca es tarde para construir en la realidad nuestros sueños.
ResponderEliminarDespués de todo, ¿para qué estamos aquí si no es para eso?
Saludos, Miguel, he estado un poco perdida.
Nunca es tarde para izar velas! sueños e ilusiones se funden gota a gota con el mar de tu mirada.
ResponderEliminarYa te imagino hecho todo un capitán Tony, como el de esta isla :)
Sólo por preguntarte dónde han ido, volverán... Elige uno o todos, y pasito a paso, ve a por ellos. No es verdad que para cumplir lo que uno soñó haya que dejar atrás lo que tenemos. Ese es el cuento con el que nos hacen conformarnos. Además, algunas veces, cuando retomamos nuestros sueños olvidados, descubrimos que algunos los hemos ya cumplido y otros... otros están en vías de manifestarse. Besos, amigo.
ResponderEliminar!Que bien escribes!
ResponderEliminarComo de una foto de una barca, has creado tan bonito texto, con tanto sentimiento.
Me ha gustado lo de:
"No busco la respuesta, quizá por miedo a descubrir que ya la conozco."
Que gran verdad.
Un abrazo amigo!! y sigue escribiendo asi de bien.
Una sonrisa :), Miguel y Momentos_Dulces, mi niño, en esta semana!
ResponderEliminarMale.