miércoles, 2 de junio de 2010

Responsabilidad en la educación

Educar a un hijo no es únicamente una obligación, ni tampoco un derecho: es fundamentalmente un deber, lo decía Stacia Taucher, “Nos preocupamos por lo que un niño será el día de mañana, pero se nos olvida que ya es alguien hoy”.


Constantemente recordamos los consejos de nuestros padres, aquellos consejos que en su momento nos parecían sacados de contexto, fuera de lugar y muchas veces anticuados. Es ahora cuando nosotros nos encontramos en el mismo punto, cuando tenemos bajo nuestra responsabilidad a un niño o a un adolescente, cuando de verdad tenemos plena conciencia de la verdadera razón que tenían para darnos esos consejos.

Una de las mejores maneras para ayudar a quienes el día de mañana serán los hombres y mujeres que deberán tomar decisiones, es afianzando en su proceso de aprendizaje unas bases y unos fundamentos sólidos. Que sus primeras bases formativas se conviertan en unos firmes cimientos cara al futuro.

Los ejemplos son muchos, y casi todos apuntan hacia el mismo factor, la formación interior.



Un padre llevó a sus dos hijos pequeños a visitar y disfrutar de un parque de atracciones. En la taquilla de entrada pidió el precio de las mismas, el vendedor le respondió:

—Cinco monedas para los adultos, tres para los mayores de seis años y los menores de esa edad pueden entrar gratis.

—Uno de ellos tiene siete, el otro únicamente tres —dijo al encargado el padre de familia. —Entonces serán una de adulto y una de niño— entregándole las ocho monedas.

—Bobo –— le dijo en voz baja el taquillero. Podías haberte ahorrado tres monedas si me hubieras dicho que el mayor tenía únicamente seis años, yo no hubiera notado la diferencia.

—Tu quizá no, pero ellos si que se hubieran dado cuenta del engaño. Y mi ejemplo hubiera quedado grabado para siempre en su interior, y, de verdad, no me gustaría que el día de mañana, por un mal ejemplo mío, ellos pudieran pensar que la mentira es provechosa.



Texto y foto; Miguel Adrover Caldentey

18 comentarios:

  1. Cunta verdad dicen tus palabras en este texto del post de hoy , los niños son como una esponja y se graban en su cabezas lo que ven de sus padres y educadores.
    Un abrazo de MA para ti amigo y mil gracias por tu visitas y comentarios dejados en mi querido blog tu blog amigo.

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  2. Perdón amigo , quise decir. Cuanta verdad...

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  3. Oh! Genial Madroca, lo guardare en mi memoria, para seguir ese ejemplo...
    Besitos...

    India.

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  4. Mira tengo un amigo que no hace mucho me decía , que no sólo son nuestros hijos aquellos de nuestra sangre , .. si no todo aquello de lo que nos hacemos responsables . Por eso ese ejemplo debemos llevarlo ante " nuestros " hijos ..sean quienes sean en ese momento
    Un abrazo
    Nos vemos

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  5. Ojalá aprendamos de esta historia. El padre es quien da ejemplo, porque se toma en serio su labor de padre.

    Lo triste para mí, son los padres, madres, o personas adultas responsables del menor que delegan toda su labor en la escuela.

    Señores, como dice ese dicho: Para educar a un niño, se necesita a toda la tribu

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  6. Qué gran historia, y qué gran ejemplo!

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  7. que ejemplo dio el padre de los niños al hombre con las entradas... que de esos de estafadores los hay
    un abrazo
    Marina

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  8. Hola Miguel!! Excelente reflexión amigo. A veces no se tiene en cuenta que el niño está constantemente aprendiendo, aún en las pequeñas cosas cotidianas.
    BESOSSS

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  9. Totalmente de acuerdo Madroca.

    Tus palabras siempre, siempre son sabias.


    Un beso muy grande!!

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  10. Los niños son esponjitas, yo cada día me asombro más de la influencia que tenemos sobre ellos, por eso es tan importante que las bases que les enseñemos sean las mejores.

    Besos

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  11. Gran verdad! Miguel
    Yo, éste año he tenido una grandisima suerte al ser profe de los futuros educadores infantiles, ha sido una gozada tratar este tema y saber mucho más de los niños....que tienen que dejar de sufrir ya...y nos corresponde a todos acabar con esta situación.
    Abrazotessssssssssss

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  12. Qué buen ejemplo el de ese padre!!
    Nuestros niños no solo aprenden de nuestras enseñanzas sino sobre todo... DE NUESTRAS ACTITUDES Y EJEMPLOS.
    La columna vertebral de su educación radica en nosotros, diciéndolo así suena difícil, pero si los amas como ellos se merecen... todo se da naturalmente.

    Namasté amigo

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  13. he trbajado con niños..son geniales si sabemos como hablarles y escucharles, me ha encantado la historia!!
    un beso enorme

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  14. Me ha encantado la reflexión de tu texto, cuanta verdad hay en ella.

    un abrazo

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  15. Una historía con una enseñanza ejemplar la de este padre hacía sus hijos.
    Trabajo con niños, y ya desde que son pequeñitos los vés actuar, en muchas ocasiones, como un adulto, a veces podemos llegar a sorprendernos de sus comportamientos, y hablo de niños de 2 y 3 años, pues los bebés aún son mini esponjitas ;)
    Una entrada estupenda para reflexionar sobre la educación de los padres hacia sus hij@s.

    Besos.

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  16. muy buen ejemplo de vida nos compartes hoy. un gusto visitar tu espacio.
    un abrazo

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  17. Olá Madroca
    Belo texto. Realmente , os filhos repetem os exemplos dos pais, pois são eles os responsáveis por sua educação.
    Um abraço

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  18. Gracias Madroca.Siempre se ha dicho que las acciones hablan más fuerte que las palabras.Y debemos ser tan cuidadosos en nuestro actuar.

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