miércoles, 13 de enero de 2010

Haití (in memorian)

Hoy mi corazón se ha sacudido con Haití, hoy, parte de mi corazón se ha quedado bajo los escombros de Puerto Príncipe.

Una vez más los desastres naturales nos abren los ojos a un mundo que subsiste entre las tinieblas de lo tangible e intangible. Existen algunos países y regiones que tienen magia en su nombre y de los que nos acordamos muy de vez en cuando, en conversaciones de viajes posibles, o imposibles, también cuando nuestra mente evoca aventuras caribeñas, o quizá cuando vagamos por el limbo del conocimiento de culturas que nos atraen pero que nos merecen un respeto algo más prudente que otras.


Pero de pronto, sucede algo que hace que veamos la realidad como si estuviéramos viviendo una operación a corazón abierto y sin anestesia, nos sirve en frío la realidad de una ciudad, de un país que es de los más pobres del mundo y que en su corazón sufre un devastador terremoto que sepulta a miles de sus hijos, que con sus sacudidas deja una ciudad completamente derruida, cuyos habitantes vagan por las calles, hoy en busca de los suyos, mañana y pasado también, y dentro de una semana en busca de algo que comer, intentando curar sus heridas, intentando encontrar un cobijo aunque sea bajo los escombros, intentado evitar las enfermedades contagiosas, y muchos no lo conseguirán.

Hoy miles de manos gubernamentales se alzan en su ayuda, mañana y pasado también, y dentro de unas semanas, cuando el efecto mediático se haya desvanecido, seguirán llegando tiendas de campaña para instalar campamentos para los damnificados, seguirán llegando medicamentos para los heridos, quizá algún hospital de campaña, pero poca cosa más, los miles de haitianos que todo lo han perdido, seguirán viviendo un autentico infierno. Y poco a poco irán volviéndose invisibles, mendigarán, habilitarán chabolas, se concentrarán en un gheto y lentamente su mismo gobierno empezará a renunciar de ellos. Haití volverá a ser parte de esas tinieblas intangibles, únicamente cooperantes de alguna ONG seguirán luchando desde allí, y os prometo que hacen mucho, pero poco pueden hacer solos.


Hoy quizá escribo con el corazón, pero es que esto ya lo he visto antes en Nicaragua, cuando el gran terremoto de 1999, yo estuve allí en 2001 y Managua seguía en ruinas, bueno, miento, se había reconstruido la catedral y el palacio de gobierno, la ciudad seguía sin hospital, sin colegios, sin transporte público, sin nada.

Los pocos que habían podido reconstruir parte de sus casas lo habían hecho, pero barrios enteros seguían en ruinas, y el índice del paro rozaba el 60%. Nicaragua nunca se ha recuperado.

Por eso hoy pido, que lo sucedido, no quede en el olvido dentro de unas semanas cuando cese el efecto CNN.



Gracias a todos por leerme.



Texto; Miguel Adrover Caldentey

Fotos; Internet

8 comentarios:

  1. Hola Madroca!!
    tras leer tu post, sólo puedo guardar silencio y "prender" de alguna manera una luz....
    He recordado la Torre de luz que situaron en Reykiavij, una Torre de luz que llegue al cielo, ese mensaje que quería trasnmitir, de alguna manera, John Lennon en su canción Imagine.
    Te paso el link: www.earthcam.com (Imagine Peace Tower)
    Con ella, me supo a esa oración alcielo y alatierra y atodos los seres sintientes para que la compasión sea nuestro motor para aquello que podamos hacersea hecho, aunquesea una arenita,aunque sea "tan sólo" una oración.
    Un fuerte abrazo,Madroca y gracias de nuevo,por traernos la humanidad en un post

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  2. hola
    si es horrible lo que le ha pasado a un pais visitado por el hambro olvidado alguna veces y el cuan queri visitar :S
    solo nos quedan las esperanzas de que se recuperen pronto

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  3. Por las dimensiones de la tragedia, uno tiene la impresión de que el país ha desaparecido por entero.
    Gracias por tu visita.

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  4. ¡NUESTRO ABRAZO FRATERNO PARA EL PUEBLO HAITIANO...
    PORQUE LA REALIDAD ES UNA SOLA!

    SALU2S!

    MALENA

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  5. Una tragedia como tantas que después caen al olvido cuando ya no son noticia...Menos mal que hay gente como tu.

    Un beso

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  6. hola madroca, comparto y coincido con vos en tu texto.. a veces me pregunto porque existen estas tragedias? y la verdad que nunca, pero nunca pude encontrar respuesta.. es algo muy doloroso y transmite mucha bronca.. mis mas sentidas condolencia a todos los haitianos y me encantaria estar ahi para poder ayudar.. gracias madroca por tus lineas.. nonisortega

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  7. Hoy apenas he podido leer la prensa porque me inundaba la emoción por el desastre. El dolor humano, la esperanza de recuperar los seres queridos, la destrucción de un país tremendamente pobre... Es enorme la magnitud de la tragedia.
    Hoy nuestro pensamiento y nuestro corazón están en Haiti y es duro pensar que esta tragedia se hundirá en el olvido como tantas otras cuando los medios de comunicación dejen de ocuparse de ella.
    Y así será, desgraciadamente.
    Qué poco comprendemos el momento que nos ha tocado vivir, creemos que tenemos acceso a todo lo que ocurre en el planeta y no nos damos cuenta de los filtros que pasa antes de llegar a nosotros...
    Gracias por tu reflexión.

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  8. Hola madroca,

    parece que las grandes tragedias naturales suelen sufrilas más las personas con menos recursos. Y es que si Haití fuese un país con más posibilidades, la catástrofe no hubiese sido tan devastadora...

    Las imágenes que se pueden ver sobre el tema son escalofriantes y llegan muy hondo a los corazones de quienes las ven...

    Gracias a ti por escribir.

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