miércoles, 7 de abril de 2010

La reunión en el precipio, (Cuento)

La Naturaleza, al verle sentado junto a uno de los precipicios que dan al infinito le preguntó; ¿tú quien eres?, ¿porque lloras?, ¿que anhelas?


Sin girar su cara envuelta por una alborotada cabellera, él lentamente habló.



-Sentí en mis labios el sabor de la sangre ajena hasta que las lágrimas empañaron mis ojos desterrando de mi visión la belleza, adornando de guirnaldas rojas el horizonte, ampollas rojas cuya piel se caía como flema, sin fin ni principio.

En mi viajar, humanos con manos manchadas de sangre, parajes devastados en sangrientos conflictos, masacres de niños entre llantos de sus madres, viví el horror de la guerra fraticida entre hermanos, paseé por las praderas de la impotencia y nunca más pude conciliar el sueño.

Viví entre penumbras de oquedades por las bombas abiertas, morí y resucite en cada una de las batallas, sentí el dolor desgarrado de los hermanos.

Y hoy quiero morir para renacer, sentir el llanto fresco de la mañana, sentir como estalla mi pecho el olor de primaveras recién nacidas.

No quiero trasportar más muerte no quiero pasear más ataúdes, decididamente reniego a convertirme en sepulturero de una humanidad agonizante que muere matando, que no sabe vivir viviendo.



Soy el viento.



Entonces la Naturaleza le reconoció, se acercó a él y le abrazó, a lo lejos, un pájaro cantó, una mariposa alzó el vuelo, una margarita soltó su polen, y una madre gritó mientras alumbraba a su primogénito que después lloró.

La Naturaleza, con sus ojos azules de mar y su cabellera verde selva le cogió la mano, y de nuevo habló; “Mientras tengas la posibilidad de trasportar el sonido del canto del pájaro, mientras puedas levantar la mariposa para que vuele más allá de la fuerza de sus alas, mientras contribuyas a que las flores puedan poblar los campos, y mientras puedas participar en el milagro de un nacimiento, no lo dudes, tu lugar es este y tus anhelos se verán siempre reconfortados más allá de tus sufrimientos.”



Mientras se alejaba, vio de reojo que a pesar de seguir sentado, le había cambiado la expresión del rostro y su cabellera se mostraba más apaciguada que cuando había llegado ella.



Texto y fotos; Miguel Adrover Caldentey

11 comentarios:

  1. Mientras podamos sentir y disfrutar con la emoción a flor de piel , estaremos vivos, si cuando cerramos los ojos con ellos apretados podemos sonreir, es que lo que vemos dentro de nosotros todavia es bueno.
    Vivamos la vida, solo tenemos una.
    Besitos. India.

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  2. Hola Miguel, El viento puede traer y llevar, lástima que no pueda discernir como en tu cuento. Y junto al horror a veces se lleva lo bueno y viceversa.
    Bello cuento con un final poético.
    Un abrazo

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  3. Hola Miguel!! La tristeza quizás le ocultó lo más bello que le podía dar su condición, pero la sabia naturaleza le devolvió la alegría. Magnífico cuento amigo. Me encantó.
    Besossssss

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  4. Hace tiempo que no me pasaba por aquí, plasme algo y salí de visita, perdón por la tardanza pero aquí estoy siempre es mejor tarde que nunca, que voy a decirte hoy de tu blog, solo que esta cada día mejor, fantástico me encanta venir por aquí, te invito a leer algo nuevo en peregrino de sabiduría.

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  5. Una vez más, Miquel, tu escritura me ha conmovido, me ha despertado la carne, los órganos, la piel ....los he sentido poruqe despiertas, atraes mi alma al cuerpo y éste se hace sensible al mundo...
    Una vez más despiertas mi humanidad, una vez más, haces que que deje todo atras, que en lo cotirdiano uno se ausenta de su curepo, de su sentir, de su consciencia de humano.....y consigues siempre, "resuciatarme".
    Como el ser de tu cuento, me he sentido antaño muchas veces, y tan solo hallé consuelo, comprensión en la Naturaleza, que sencillamente, me hacía "ver" y lograr dar un paso más allá de la impotencia...Ella, fue, es el gran arcón de sabiduría y comprensión.
    Gracias, Miquel , por conmoverme y hacerme sentir humana. Un fuerte abrazo y cien besos

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  6. Un texto conmovedor, con una extraordinaria y bonita reflexión. Por muy oscuro que pueda ser el recorrido que hacemos en la vida, siempre hay una ventana ofreciendo una luz, una esperanza.

    un fuerte abrazo

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  7. Hola Madroca. Delicioso cuento el que nos presentas. Para degustarlo varias veces y llevarlo a muchos momentos de nuestra vida.
    Gracias.

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  8. Madroca una pregunta ese viento tuyo,puede traer personas? Si le pido me traiga a alquien,me lo traerá?

    un saludito

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  9. La Naturaleza es sabia como lo es tu cuento.

    Un beso Miguel.

    PD) Espero que sepas disculpar estos dias de ausencia

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  10. Un relato precioso, tanto como las fotos, como siepmre, me repito, Felicidades!!

    un beso enorme!

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